EL BUENROLLISMO Y EL OPTIMISMO EDULCORADO COMO FILOSOFÍA DE VIDA
Updated: Jan 16, 2022
Hace ya unos años, una marca que comercializa objetos de regalo de diversa índole, inunda nuestros hogares con mensajes buenrollistas.
La estética de estos objetos es realmente atractiva, con colores pastel e imágenes muy cuidadas, acompañadas de frases como:
“Déjate de tonterías y date al buen rollo”
“Hoy va a ser la caña”
“No me importa lo que me echen, yo le echo ganas”
“Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”
“Cree en ti y todo es posible”
“Lo mejor sin duda está por llegar”
“Vamos a comernos el mundo”
Todos ellos son optimistas y subrayan emociones positivas. Pero realmente… si sueño algo ¿se hará realidad? ¿Todos los días van a ser la caña si así lo decido? ¿O si me dejo de “tonterías” tendré un día insuperable? ¿Y si el mundo me come a mí porque estoy en horas bajas o necesito ayuda profesional? Lo siento, pero NO. La vida no está hecha solo de sonrisas, de alegría y emociones agradables.
A veces la vida puede ser realmente difícil y ser frecuentes los momentos de tristeza, soledad, decepción, rechazo o lágrimas.
Preparar a nuestros hij@s-alumn@s para la vida implica poner en valor virtudes como el espíritu de superación, la resiliencia, la generosidad, la humildad o la necesidad de interdependencia positiva.
A continuación, desarrollo algunos de los aspectos para que reflexiones con tus hij@s-alumn@s al respecto de esta corriente buenrollista y de optimismo edulcorado, cortoplacista y superficial.
1. Simplificación e inhibición de las emociones: este tipo de filosofía clasifica las emociones en positivas y negativas. Este tipo de distinción es poco rigurosa ya que las emociones pueden ser agradables-desagradables o oportunas-inoportunas. Pero todas son NECESARIAS porque cumplen una función: aportarnos información sobre cómo estamos y cuáles son nuestras necesidades.
2. Intolerancia a la incertidumbre: no por pensar que todo va a salir bien, va a ser así. Además, fomentar este tipo de pensamiento nos puede llevar a la pasividad y a la procrastinación. Tampoco podemos pensar que todo depende de la voluntad, no por pensar que todo va a salir bien, va a ser así. Y es que no podemos controlarlo todo y pensarlo es una fantasía ilusa y pueril. La realidad es incierta y es importante desarrollar en nosotros mismos y en nuestros hij@s-alumn@s una tolerancia a la frustración fuerte para poder aceptar la vida tal cual nos venga, con sus envites y frenazos.
3. Reduccionismo del concepto de felicidad: ¿qué concepto de felicidad se nos plantea? La felicidad debe ser entendida como algo más profundo que la risa momentánea o los ratos placenteros. La felicidad es algo más que la satisfacción inmediata. No es un momento fugaz. La felicidad es una decisión personal. La felicidad es un estado que buscas tú. La felicidad se alcanza cuando tú decides serlo adoptando un rol protagonista de tu vida: sonriendo, agradeciendo, escuchando, haciendo, comprendiendo, entregándote a los demás…
4. Individualismo: nacemos en el seno de una familia, absolutamente dependientes de nuestros cuidadores. Somos animales políticos que se desarrollan en sociedad. “Vender” la idea de que “tú solo puedes” es un espejismo. ¿Dónde queda la responsabilidad social, el esfuerzo, la solidaridad, el compromiso, la generosidad o el trabajo en equipo? Nos guste o no, necesitamos a los demás. Somos seres frágiles, dependientes y vulnerables y hay momentos en la vida en que podemos necesitar un amigo, el consejo de tu madre o ir a un psicólogo, igual que vamos a un profesional de la medicina si nos ponemos enfermos. Pretender alcanzar nuestros objetivos solos es una ilusión, cualquier logro personal siempre cuenta con una red de apoyo que nos sostiene.
Con todo esto no quiero decir que nuestra actitud ante la vida haya de ser catastrofista y pesimista. La vida hay que abordarla desde el optimismo y la alegría de que cada día que se nos regala es una oportunidad para ser felices y hacer felices a los demás. Pero siempre con los pies en el suelo, siendo realistas, pensando con la cabeza, no solo con el corazón.
¿Qué mensaje buenrollista te han regalado últimamente?
Me ha encantado!