Estamos en esos días que invitan a hacer hogar, a estar en casa. La semana pasada os recomendaba la lectura o el cine como recursos adecuados para desconectar y bajar el ritmo.
Hoy me gustaría abordar otra opción que, además de lúdica, es también educativa: los JUEGOS DE MESA. Además de ser una buena opción para jugar en casa en familia, también son un recurso didáctico perfecto para el aula.
El juego promueve las conexiones neuronales en la corteza prefrontal del cerebro. El neurocientífico Francisco Mora asegura que la EMOCIÓN es el elemento esencial en el proceso de aprendizaje, porque sólo se puede aprender aquello que se ama.
Los juegos de mesa son la combinación perfecta entre emoción, diversión y aprendizaje, además de un medio excelente para entrenar las funciones ejecutivas, es decir, ayudan a trabajar el PERFIL EJECUTIVO del alumno.
Existen opciones de juegos para todas las edades, de todo tipo y sus beneficios son múltiples, aunque a modo de resumen, podríamos compactarlos en 10:
1. Ayudan a respetar y seguir las normas.
2. Aumentan la tolerancia a la frustración, a aprender a ganar y a perder con una sonrisa!
3. Fomentan las relaciones sociales.
4. Refuerzan conceptos curriculares.
5. Ayudan a desarrollar la concentración, la memoria, la observación y la imaginación.
6. Muestran cómo resolver problemas, elaborar estrategias y tomar decisiones.
7. Desarrollan las capacidades motoras, mentales y sensoriales.
8. Mejoran la autoestima.
9. Desarrollan la inteligencia emocional.
10. Aumentan las habilidades de comunicación.
“Las perezosas células cerebrales solo encienden su luz bajo el látigo de las emociones”. Helio Carpintero citando a Ramón y Cajal.
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